Durante este invierno, la gripe ha regresado con fuerza en España debido a las medidas de protección frente a la COVID-19 más relajadas y al uso limitado de mascarillas. Según los datos recopilados por el Sistema de Vigilancia de Gripe en España, la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y el Centro Nacional de Epidemiología ISCIII, se registraron alrededor de 240 casos por cada 100.000 habitantes a principios del año 2023, cifras similares a las temporadas previas a la pandemia. Aunque gracias a la campaña de vacunación no se ha convertido en un problema grave para la salud pública, hay que destacar que entre los numerosos contagios ha surgido una variante inesperada: la gripe tipo B. Aunque menos común que su contraparte, la gripe tipo A, esta cepa presenta síntomas y duración similares.
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Gripe A y B, las más comunes en Chile
La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa causada por el virus de la gripe. Se propaga fácilmente a través del aire cuando alguien infectado tose o estornuda, liberando partículas infecciosas que pueden viajar hasta un metro de distancia. También puede transmitirse mediante el contacto con superficies contaminadas, por lo que mantener una buena higiene es fundamental para prevenir su propagación.
Existen diferentes tipos de gripe, siendo los más comunes la gripe A y la gripe B. Ambas son responsables de epidemias debido a su alta capacidad de contagio. Sin embargo, la gripe tipo A es considerada más grave ya que tiene mayor potencial para mutar y puede transmitirse de animales a humanos. Ejemplos conocidos son las epidemias de gripe aviar en 2004 o la gripa porcina en 2009 (también llamada “gripe porcina”).
La influenza tipo B es causada por el virus de la influenza B y, a diferencia de la gripe A, solo afecta a los seres humanos. Sin embargo, sus síntomas suelen ser más leves debido a que el virus muta más lentamente que la influenza A. Esto nos permite desarrollar una mayor inmunidad contra esta enfermedad. Aunque los síntomas son menos intensos, su duración suele ser más prolongada en comparación con la gripe A.
Es importante destacar que la gripe tipo B puede resultar especialmente perjudicial para jóvenes y niños, ya que tiene una mayor prevalencia en este grupo etario vulnerable. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas preventivas y buscar atención médica adecuada si se presentan síntomas de esta enfermedad.
Recuerda siempre seguir las recomendaciones sanitarias para prevenir contagios y proteger nuestra salud durante la temporada de gripes y resfriados.
Síntomas
No se observan diferencias clínicas significativas entre la gripe tipo A y la gripe tipo B. En ambos casos, los síntomas suelen manifestarse de manera abrupta y pueden persistir durante aproximadamente una semana, aunque la tos puede prolongarse por más tiempo. Los principales síntomas de la gripe incluyen: [continuar con el texto original].
La influenza tipo B presenta una serie de síntomas característicos. Uno de los principales es la fiebre alta, que puede llegar a superar los 39º y se diferencia del resfriado común. Además, se pueden experimentar dolores de cabeza, dolor de garganta, dolor en las articulaciones y dolores musculares. Otros síntomas incluyen escalofríos, congestión nasal, tos seca y fatiga. Estos signos son comunes en pacientes con influenza tipo B y suelen manifestarse durante el curso de la enfermedad.
Es fundamental participar en las campañas de vacunación contra la influenza tipo B que se llevan a cabo al comienzo del invierno por parte de las autoridades competentes. Estas vacunas, que han demostrado su eficacia durante más de 60 años, son ampliamente utilizadas en todo el mundo y consisten en inyecciones con virus inactivados.
Tratamiento
Cuando nos contagiamos de gripe, ya sea del tipo A o B, el tratamiento se centra en aliviar los síntomas, ya que nuestro sistema inmunológico es el responsable de combatir el virus. Es importante destacar que los medicamentos antigripales no actúan directamente sobre la causa (el virus influenza), sino que están diseñados para reducir los síntomas y ayudarnos a sentirnos mejor durante la enfermedad. De esta manera, podemos pasar por este proceso sin tanto dolor ni malestar.
La mayoría de las personas pueden superar la gripe sin necesidad de medicamentos, pero en algunos casos, dependiendo de la gravedad de los síntomas que se experimenten, puede ser necesario recurrir a un tratamiento.
Para niños más pequeños, disponemos de Dolostop® Pediátrico , con paracetamol, indicado para el tratamiento de estados febriles y alivio del dolor leve o moderado en recién nacidos a término, lactantes y niños. Se debe administrar bajo consejo médico a menores de 2 años.
- Medicamentos para síntomas catarrales, como los antitusivos y descongestivos , como uno de nuestros últimos lanzamientos: Frionex® , con acetilcisteína. Presentado en comprimidos efervescentes, es un medicamento mucolítico sin receta indicado para facilitar la eliminación del exceso de mocos y flemas, en catarros y gripes, para adultos.
Este producto puede ser una excelente opción para aquellos que buscan un alivio rápido y efectivo ante los síntomas del dolor de garganta asociados con infecciones leves.
Para tratar la congestión nasal, también presentamos Idasal® , con xilometazolina administrada en forma de pulverización en la nariz. Está indicado para el alivio local y temporal de la congestión nasal, en adultos y adolescentes a partir de 12 años
Por último, también disponemos en nuestro vademécum de Tusikern® , un producto sanitario a base de miel, dátil y extractos vegetales como ingredientes principales e indicado para tratar la irritación de garganta, para tos seca y tos productiva.
Además, es fundamental mantenerse bien hidratado y descansar adecuadamente para superar la influenza sin complicaciones. Si los síntomas no mejoran o si la fiebre persiste durante varios días, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que podría ser indicativo de una complicación más grave. No dudes en consultar a tu médico ante cualquier duda o preocupación.
Duración de la influenza B
Los signos y síntomas de la influenza tipo B sin complicaciones suelen desaparecer después de 3 a 7 días en la mayoría de los casos. Sin embargo, es posible que persistan algunos síntomas como tos y malestar durante más de 2 semanas, especialmente en personas mayores y aquellos con enfermedades pulmonares crónicas.
La influenza tipo B se caracteriza por fiebre alta, dolor muscular, dolor de cabeza intenso, fatiga extrema y congestión nasal. También puede presentarse dolor de garganta y estornudos frecuentes. Estos síntomas pueden ser similares a los del resfriado común, pero suelen ser más intensos.
Es importante destacar que la influenza tipo B puede causar complicaciones graves en ciertos grupos vulnerables como niños pequeños, adultos mayores o personas con sistemas inmunológicos debilitados. Por eso es fundamental tomar medidas preventivas como vacunarse anualmente contra la gripe.
P.S.: Recuerda lavarte las manos regularmente con agua y jabón para prevenir el contagio de la influenza tipo B. Además, evita el contacto cercano con personas enfermas y cubre tu boca al toser o estornudar para evitar propagar el virus a otros.
Síntomas de la influenza B
La influenza tipo B es una enfermedad viral que afecta principalmente a las vías respiratorias. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal y dolores musculares. Sin embargo, en casos más graves, pueden presentarse síntomas como dificultad para respirar o falta de aire, dolor o presión constante en el pecho o abdomen, mareos persistentes y confusión.
Es importante estar atento a estos signos de alarma ya que podrían indicar complicaciones relacionadas con la influenza tipo B. En algunos casos raros pero severos, esta enfermedad puede provocar convulsiones e incluso llevar a un estado de coma.
El tratamiento para la influenza tipo B generalmente se basa en aliviar los síntomas y promover el descanso y la hidratación adecuada. Se recomienda tomar medicamentos antipiréticos (para bajar la fiebre) y analgésicos (para aliviar los dolores musculares). Además, es fundamental seguir medidas preventivas como lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, cubrirse la boca al estornudar o toser con un pañuelo desechable o el codo flexionado y evitar el contacto cercano con personas enfermas.
– La influenza tipo B es una enfermedad viral que afecta principalmente a las vías respiratorias.
– Los síntomas más comunes son fiebre, tos y dolores musculares.
– En casos graves pueden presentarse dificultades para respirar, dolor en el pecho o abdomen e incluso convulsiones.
– El tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas mediante medicamentos antipiréticos y analgésicos, además de seguir medidas preventivas como lavado de manos y evitar el contacto con personas enfermas.
Cómo actuar si tengo gripe B
Cuando se presenta un cuadro de gripe, ya sea por el virus de la influenza tipo A o B, es importante tomar medidas para aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. El tratamiento generalmente se enfoca en el manejo de los síntomas, como la fiebre y el malestar general.
Para controlar la fiebre, se recomienda el uso de antifebriles como el paracetamol o ibuprofeno bajo supervisión médica. Estos medicamentos ayudan a reducir la temperatura corporal y aliviar las molestias asociadas con ella. Sin embargo, es fundamental seguir las indicaciones del profesional de salud y respetar las dosis recomendadas.
Además del tratamiento farmacológico, es crucial descansar lo suficiente durante esta etapa. El reposo adecuado permite que nuestro cuerpo recupere energías y fortalezca su sistema inmunológico para combatir eficazmente la enfermedad. Por lo tanto, es recomendable evitar actividades extenuantes mientras dure el cuadro gripal.
Asimismo, mantener una alimentación equilibrada e hidratarse correctamente son aspectos fundamentales para superar más rápidamente los síntomas gripales. Consumir alimentos ricos en vitaminas C y D puede contribuir a fortalecer nuestras defensas naturales frente a los virus respiratorios. Además, beber abundante agua ayuda a mantenernos hidratados y favorece una mejor eliminación de toxinas del organismo.
Es importante destacar que ante cualquier sospecha o presencia de síntomas gripales persistentes o graves (como dificultad respiratoria), siempre debemos consultar con un profesional médico para recibir un diagnóstico preciso y determinar si requiere algún tratamiento adicional. El médico evaluará la situación y podrá indicar medicamentos antivirales específicos en casos necesarios.