Tratamiento Limita el consumo de leche y otros productos lácteos. Incluye pequeñas porciones de productos lácteos en tus comidas habituales. Come y bebe helado y leche con contenido reducido de lactosa . Añade una enzima de lactasa líquida o en polvo a la leche para descomponer la lactosa . 05-03-2022
Contents
- 0.1 Alimentos que contienen lactosa
- 0.2 Leche y productos lácteos sin lactosa y con bajo contenido de lactosa
- 0.3 Calcio y vitamina D
- 1 Alimentos y bebidas que contienen lactosa
- 2 ¿Cuál es el mejor medicamento para la intolerancia a la lactosa?
- 3 Bibliografía
- 4 Tratamiento natural para la intolerancia a la lactosa
- 5 Consecuencias de no tratar la intolerancia a la lactosa
- 6 Duración de los síntomas de la intolerancia a la lactosa
- 7 Precio de la pastilla de lactasa
- 8 ¿Cuándo tomar la pastilla de lactosa?
Alimentos que contienen lactosa
Es factible que una persona no necesite eliminar por completo la leche y los productos lácteos de su dieta. Si se evitan completamente, es posible que la ingesta de calcio y vitamina D sea insuficiente para cubrir las necesidades del organismo.
Las personas que sufren de intolerancia a la lactosa pueden tolerar diferentes cantidades de este azúcar. Según estudios científicos, se estima que muchas personas podrían consumir alrededor de 12 gramos de lactosa, equivalente a una taza de leche, sin experimentar síntomas o solo presentando síntomas leves.
Es factible que una persona pueda digerir la leche y sus derivados si:
– Consume pequeñas cantidades de leche a la vez.
– Toma pequeñas cantidades de leche durante las comidas.
– Introduce gradualmente pequeñas cantidades de leche y productos lácteos en tu dieta y observa cómo te sientes.
– Prueba comer yogur y quesos duros como cheddar o suizo, que son más fáciles de tolerar para algunas personas con intolerancia a la lactosa que otros productos lácteos.
– Utiliza enzimas digestivas para ayudar a digerir la lactosa presente en la leche y los productos lácteos.
Una opción a considerar para aquellos que sufren de intolerancia a la lactosa es incluir en su dieta yogur y quesos duros, ya que muchas personas encuentran más fácil tolerar estos productos lácteos.
Leche y productos lácteos sin lactosa y con bajo contenido de lactosa
Optar por leche y productos lácteos sin lactosa o con bajo contenido de lactosa puede ser beneficioso para quienes sufren de intolerancia a la lactosa. Estos productos, que se encuentran fácilmente en los supermercados, son igual de saludables que los lácteos convencionales.
Calcio y vitamina D
Si una persona en Chile sufre de intolerancia a la lactosa, es importante que se asegure de consumir diariamente alimentos libres de este componente.
La leche y los productos lácteos son las fuentes más comunes de calcio. Otros alimentos que contienen calcio incluyen:
Algunas opciones de alimentos que puedes incluir en tu dieta si eres intolerante a la lactosa son: pescados como sardinas o salmón enlatados, brócoli y hortalizas de hojas verdes, naranjas, almendras, nueces de Brasil y frijoles secos. También puedes optar por el tofu y productos que contengan calcio agregado, como ciertos cereales, jugos de frutas y leche de soya. Estos alimentos pueden ser una buena alternativa para obtener los nutrientes necesarios sin consumir lácteos.
Si alguien padece de intolerancia a la lactosa, es importante que se asegure de obtener suficiente calcio diariamente.
La vitamina D es importante para que nuestro cuerpo pueda absorber y utilizar el calcio de manera adecuada. Es fundamental asegurarnos de incluir en nuestra dieta alimentos ricos en vitamina D, como huevos, hígado y ciertos tipos de pescados, como el salmón. También es posible encontrar leches y productos lácteos a los cuales se les ha añadido esta vitamina.
Si una persona puede consumir pequeñas cantidades de leche o productos lácteos sin experimentar síntomas de intolerancia a la lactosa, es recomendable elegir aquellos que contengan vitamina D agregada. Por otro lado, exponerse al sol al aire libre también ayuda a nuestro organismo a producir esta importante vitamina.
Recuerda siempre consultar con un profesional médico antes de realizar cambios significativos en tu alimentación o estilo de vida.
Es importante que una persona consulte con su médico o nutricionista para asegurarse de estar obteniendo los nutrientes necesarios. Además, es recomendable hablar con el médico antes de utilizar cualquier medicamento o práctica médica alternativa.
Alimentos y bebidas que contienen lactosa
La lactosa está presente en todas las leches y productos lácteos, así como en otros alimentos y bebidas.
Es común encontrar leche y productos lácteos en una variedad de alimentos procesados, como los que se encuentran en cajas, latas, congelados o empaquetados. Si alguien experimenta síntomas después de consumir incluso una pequeña cantidad de lactosa, es importante tener cuidado con la amplia gama de productos que pueden contener este azúcar presente en la leche.
Algunos alimentos que deben evitarse si se tiene intolerancia a la lactosa incluyen el pan y otros productos horneados como galletas, pasteles y panqueques. También es importante evitar alimentos procesados como cereales para el desayuno, sopas, aderezos para ensaladas y papas fritas. Además, las carnes procesadas como tocino, chorizo y salchichas también pueden contener lactosa.
Es necesario tener cuidado con los sustitutos de comidas líquidos o en polvo que estén hechos a base de leche, así como batidos y proteínas en polvo o barras. Incluso algunas cremas no lácteas líquidas o en polvo para el café pueden contener trazos de lactosa.
En el envase de un producto alimenticio, las siguientes indicaciones nos informan que dicho producto contiene lactosa:
Cuando se habla de intolerancia a la lactosa, es importante entender qué alimentos y productos contienen este azúcar presente en la leche. Algunos ejemplos son:
– Leche (lácteo líquido obtenido de los mamíferos)
– Lactosa (azúcar natural presente en la leche)
– Suero lácteo (subproducto líquido que queda después de hacer cuajada o requesón)
– Cuajada o requesón (sólidos lácteos coagulados presentes en algunos quesos frescos)
– Derivados lácteos (productos hechos a partir de la leche, como el yogur, queso y helado)
– Sólidos de leche en polvo (leche deshidratada para obtener una forma más concentrada del producto original)
– Leche en polvo sin grasa (versión descremada del polvo obtenido al evaporar el agua contenida en la leche)
Es importante tener conocimiento sobre estos términos para poder identificar los alimentos que deben evitarse si se padece intolerancia a la lactosa.
Es probable que algunos medicamentos recetados y de venta libre contengan una pequeña cantidad de lactosa. Es importante que las personas consulten con su médico acerca del contenido de lactosa en los medicamentos que toman, especialmente si tienen intolerancia a la lactosa y no pueden tolerar ni siquiera pequeñas cantidades.
¿Cuál es el mejor medicamento para la intolerancia a la lactosa?
El tratamiento para la intolerancia a la lactosa consiste en tomar tabletas de lactasa antes de consumir alimentos o bebidas lácteas. La lactasa es una enzima que descompone la lactosa, el azúcar presente en los productos lácteos, y ayuda a reducir los síntomas de esta condición. También se pueden agregar gotas de lactasa a la leche antes de beberla.
Al tomar las tabletas de lactasa o agregar las gotas al consumo de lácteos, se facilita la digestión y absorción del azúcar presente en estos productos. Esto reduce la probabilidad de experimentar síntomas como dolor abdominal, gases e hinchazón después de ingerir alimentos con lactosa.
Es importante destacar que este tratamiento no cura la intolerancia a la lactosa, pero permite disfrutar ocasionalmente de productos lácteos sin sufrir molestias digestivas. Es recomendable consultar con un médico o nutricionista para determinar cuál es el mejor método y dosis adecuada según cada persona.
Bibliografía
Dalal SR, Chang EB. Capítulo 65: Trastornos del transporte epitelial, metabolismo y digestión en el intestino delgado. En: Podolsky DK, Camilleri M, Fitz JG, Kalloo AN, Shanahan F, Wang TC (eds). Textbook de Gastroenterología de Yamada. 6ª edición. West Sussex: John Wiley & Sons; 2016;1276–1293.
En este capítulo se abordan los trastornos que afectan el transporte de nutrientes a través del intestino delgado y su posterior metabolismo y digestión. Estas alteraciones pueden tener un impacto significativo en la salud gastrointestinal.
Es importante comprender cómo funciona el proceso normal de absorción intestinal para poder identificar y tratar eficazmente estos trastornos. El intestino delgado es responsable de la absorción de nutrientes esenciales como carbohidratos, proteínas y grasas para satisfacer las necesidades nutricionales del organismo.
La intolerancia a la lactosa es uno de los trastornos más comunes relacionados con la digestión en el intestino delgado. Se produce cuando hay una deficiencia o ausencia total de lactasa, la enzima encargada de descomponer la lactosa presente en los productos lácteos.
Los síntomas típicos incluyen dolor abdominal, distensión abdominal e incluso diarrea después de consumir alimentos que contienen lactosa. Para manejar esta condición se recomienda evitar o limitar el consumo de productos lácteos o utilizar suplementos con lactasa antes de comerlos.
El tratamiento para otros trastornos relacionados con el transporte intestinal puede variar según cada caso específico. Es fundamental contar con un diagnóstico preciso y seguir las recomendaciones del médico especialista para lograr una mejor calidad de vida.
La intolerancia a la lactosa es una condición en la cual el cuerpo no puede digerir adecuadamente el azúcar presente en los productos lácteos. Esto se debe a una deficiencia de lactasa, la enzima responsable de descomponer la lactosa.
Para aquellos que sufren de intolerancia a la lactosa, es importante seguir una alimentación adecuada y mantener una dieta equilibrada para asegurar un buen estado nutricional. Afortunadamente, existen muchas alternativas sin lactosa disponibles en el mercado que permiten disfrutar de alimentos similares sin causar malestar digestivo.
Es posible encontrar suplementos de lactasa que pueden ayudar a digerir mejor los alimentos con contenido lácteo. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier tratamiento o tomar suplementos.
Tratamiento natural para la intolerancia a la lactosa
Si una persona tiene intolerancia a la lactosa, es importante que se asegure de consumir suficiente calcio todos los días para mantener unos huesos y dientes sanos. El calcio es un nutriente esencial para el cuerpo y su deficiencia puede llevar a problemas óseos como la osteoporosis.
Además del calcio, también es importante asegurarse de obtener suficiente vitamina D. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio correctamente. Una forma natural de obtener vitamina D es exponiéndose al sol durante 10-15 minutos al día sin protección solar en horas seguras. Sin embargo, esto puede ser difícil durante ciertas épocas del año o si vives en un lugar donde no hay mucha exposición solar.
Por lo tanto, las personas con intolerancia a la lactosa deben considerar consumir alimentos ricos en vitamina D como huevos, hígado y ciertos tipos de pescado grasoso como salmón o sardinas. Además, pueden optar por suplementos dietéticos bajo recomendación médica para garantizar una ingesta adecuada.
P.S.: Recuerda que siempre es recomendable consultar con un profesional médico o nutricionista para obtener una orientación personalizada sobre cómo llevar una dieta equilibrada y adecuada a tus necesidades específicas.
Consecuencias de no tratar la intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es una condición en la cual el cuerpo no puede digerir adecuadamente el azúcar presente en los productos lácteos, conocido como lactosa. Existen dos tipos principales de intolerancia a la lactosa: primaria y secundaria.
La intolerancia a la lactosa primaria es genética y se desarrolla con el tiempo. A medida que las personas envejecen, su capacidad para producir suficiente cantidad de una enzima llamada lactasa disminuye gradualmente. La falta de esta enzima impide que el organismo descomponga correctamente la lactosa, lo que resulta en síntomas incómodos como hinchazón abdominal, gases y diarrea después de consumir productos lácteos.
Por otro lado, la intolerancia a la lactosa secundaria ocurre debido a enfermedades o lesiones intestinales previas. Estas condiciones pueden dañar las células del revestimiento intestinal encargadas de producir lactasa, lo que lleva a una deficiencia temporal o permanente de esta enzima. Algunas enfermedades asociadas con este tipo de intolerancia incluyen infecciones intestinales, enfermedad celíaca (intolerancia al gluten), proliferación bacteriana excesiva y enfermedad inflamatoria intestinal como Crohn.
Las infecciones intestinales pueden causar daño directo al revestimiento del intestino delgado donde se produce normalmente la lactasa. Esto puede llevar a una reducción temporal o incluso permanente en su producción y provocar síntomas similares a los experimentados por aquellos con intolerancia primaria.
En casos de enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune causado por sensibilidad al gluten, el daño en las vellosidades intestinales puede afectar la producción de lactasa. Esto se debe a que la enfermedad celíaca provoca una respuesta inmunológica anormal cuando se consume gluten, lo que lleva a inflamación y daño en el revestimiento intestinal.
La proliferación bacteriana excesiva ocurre cuando hay un crecimiento descontrolado de bacterias en el intestino delgado. Estas bacterias pueden consumir lactosa no digerida y producir gases e irritación intestinal, lo que resulta en síntomas similares a los de la intolerancia a la lactosa.
Finalmente, la enfermedad de Crohn es una forma crónica de enfermedad inflamatoria intestinal que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo. La inflamación crónica causada por esta enfermedad puede dañar las células productoras de lactasa y provocar intolerancia secundaria.
Duración de los síntomas de la intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa es una condición en la cual el cuerpo no puede digerir adecuadamente el azúcar presente en los productos lácteos, conocido como lactosa. Los síntomas más comunes de esta intolerancia incluyen dolor e hinchazón abdominal, diarrea, flatulencias, retortijones, vómitos o náuseas. Estos síntomas suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de haber consumido alimentos que contienen lactosa y pueden durar hasta 6 horas.
Es importante destacar que cada persona puede experimentar diferentes niveles de intolerancia a la lactosa. Algunas personas pueden tolerar pequeñas cantidades sin presentar síntomas graves, mientras que otras pueden ser extremadamente sensibles y necesitar evitar por completo cualquier alimento con lactosa.
P.S.: Si sospechas que puedes tener intolerancia a la lactosa debido a los síntomas mencionados anteriormente, es recomendable consultar con un médico para obtener un diagnóstico preciso. Además, existen alternativas sin lactosa disponibles en el mercado para aquellos que deben evitar este tipo de alimentos.
Precio de la pastilla de lactasa
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¿Cuándo tomar la pastilla de lactosa?
Para el tratamiento de la intolerancia a la lactosa, se recomienda tomar los comprimidos inmediatamente antes o con el primer bocado de una comida. La dosis recomendada es de ½ a 2 comprimidos cada vez, y no se debe exceder un máximo de 10 comprimidos al día. La enzima lactasa presente en los comprimidos comienza a ser activa entre 30 y 45 minutos después de su ingestión.
La intolerancia a la lactosa es una condición en la que el cuerpo no puede digerir adecuadamente el azúcar presente en los productos lácteos. Esto ocurre porque falta o hay poca cantidad de una enzima llamada lactasa, necesaria para descomponer ese azúcar (lactosa). El tratamiento para esta condición consiste en tomar suplementos de lactasa, como los comprimidos mencionados anteriormente. Estos ayudan al cuerpo a digerir mejor la lactosa y reducen los síntomas incómodos asociados con la intolerancia.
Es importante seguir las indicaciones del médico o farmacéutico respecto al uso y dosificación de estos suplementos. Tomarlos justo antes o durante las comidas ayuda a maximizar sus efectos. Además, es fundamental recordar que aunque estos suplementos pueden mejorar la digestión de productos lácteos, no eliminan por completo la intolerancia a la lactosa. Por lo tanto, aún se deben evitar grandes cantidades o consumir alternativas sin lactosa cuando sea posible para mantener una dieta equilibrada y evitar molestias intestinales.